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01/04/2009 / Barcelona

El escritor Sergio González Rodríguez presenta su libro “El hombre sin cabeza” y advierte: “Si no empezamos a solucionar ya el problema del narcotráfico, México no tiene futuro”

¿De dónde procede la violencia tan extrema que está devastando a México? El escritor Sergio González Rodríguez busca respuestas en su último libro, “El hombre sin cabeza”, que ha presentado en Casa Amèrica Catalunya acompañado por el editor Jorge Herralde y la adjunta a dirección de la entidad, Marta Nin. “Hoy México es la arquitectura de lo subterráneo. Pero es posible salir adelante. Espero que el lector encuentre en este libro zonas de esperanza”, ha dicho. En “El hombre sin cabeza”, el autor de “Huesos en el desierto” –con el que destapó los asesinatos sistemáticos de mujeres en Ciudad Juárez– aborda el auge de las decapitaciones que llevan a cabo los sicarios del narcotráfico. “Revertir la situación actual va a llevar una generación. Si no empezamos a solucionarlo ya, México no tiene futuro”, ha afirmado Sergio Rodríguez, partidario de legalizar las drogas para “acabar con el negocio” de unos narcotraficantes con “carta de libertad”.

Sergio González ha explicado en este desayuno literario con periodistas y escritores organizado por Casa Amèrica Catalunya y la Editorial Anagrama que “El hombre sin cabeza” da continuidad a “Huesos en el desierto” en su objetivo de “explicar un mundo invisible que no queremos que siga así”. La violencia que padece México es un “drama” que “me hiere profundamente”, ha dicho el escritor y periodista, quien a raiz de sus investigaciones hace diez años fue secuestrado en dos ocasiones, torturado y amenazado de muerte. En 2004, un confidente de los servicios de seguridad mexicanos le alertó de la existencia de un plan para asesinarlo. “Hay que combatir frontalmente a los cárteles de la droga con una política más eficiente que arranque de una depuración institucional a fondo empezando por los servicios de inteligencia mexicanos”, ha reclamado. “El narcotráfico creció en México por el apoyo y patrocinio del Estado y los partidos políticos, y la corrupción institucional lo permite”, ha denunciado para añadir que “no se ha detenido a ninguno de los principales ‘capos’ de la droga mexicanos. Entre ellos, “El Chapo” Guzmán –una de los diez mayores fortunas del planeta, según la revista “Forbes” –, quien viviría cómodamente cerca de la frontera con Guatemala. Legalizar las drogas“Sin un replanteamiento a fondo del negocio de la ilegalidad de las drogas, no vamos a avanzar. Será más fácil legalizarlas y acabar con el negocio. Y no es un asunto moral: hay que romper la cabeza de la hidra”, ha reclamado González Rodríguez, quien considera este fenómeno un “asunto global”. “El problema no es sólo de México y los Estados Unidos. También implica a Europa y a toda América Latina”, ha dicho poniendo como ejemplo las conexiones entre el “Cártel del Golfo” y la N’Dranghetta italiana o los “intereses” del “Cártel de Juárez” en Argentina y Perú. “La cooperación internacional es imprescindible para México. Sin ella, el país no va a salir adelante”, ha sseñalado. En este sentido, el experto ha celebrado la implicación de la nueva administración norteamericana en la lucha contra los ‘narcos’.  “Es la primera vez que un ejectuvo de los Estados Unidos es consciente de la gravedad del problema” ha dicho antes de rechazar de plano un “Plan Colombia” para su país. “Se podría repetir que el uso de paramilitares para controlar el narcotráfico acabe provocando una desestabilización política”, ha razonado. “La “mexicanización del narcotráfico es más complicada y opresiva”, ha advertido recordando cifras estremecedoras como éstas: 7 de cada diez jefes policiales mexicanos adorarían a la Santa Muerte. Según algunos estudios, el narcotráfico controlaría la mitad del territorio mexicano. En México circularían 18 millones de armas ilegales. Algunas estimaciones cifran en 25.000 millones de dólares anuales el importe del blanqueo de dinero en México procedente del narcotráfico. El índice de impunidad de los delitos cometidos es del 99%. “Hay que adoptar una actitud muy distinta. No se sostiene que el Gobierno mantenga que lo hecho hasta ahora ha estado bien. Es imprescindible un plan alternativo. Si no empezamos a solucionarlo ahora, México no tiene futuro”, ha sentenciado una de las personas que mejor conoce el complejo entramado de la violencia asociada a los narcotraficantes mexicanos.