Esta web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerte un mejor servicio. Al navegar, consideramos que aceptas su uso. Más información

Aceptar
16/04/2007 / Barcelona

Josep Maria Figueres, director de l’Associació Conèixer Catalunya: “No es preciso sacralizar al folclore pero tampoco menospreciarlo”

El director de l’Associació Conèixer Catalunya y profesor de Historia de la Universitat Autònoma de Barcelona, Josep Maria Figueres, ha destacado la permanencia del mundo del folclore y la tradición a pesar de estar sujeto a continuos cambios. En un acto organizado por la Oficina del Plano de Ayuda al Retorno conjuntamente con Casa Amèrica Catalunya, el ponente ha hecho un repaso a algunas de las principales tradiciones catalanas –sardana, castellers, gastronomía y espectáculos– para ejemplificar como pese a su evolución, todas mantienen los elementos de participación identitaria que explican el auge actual de su recuperación.


El director de l’Associació Conèixer Catalunya y profesor de Historia de la Universitat Autònoma de Barcelona, Josep Maria Figueres, ha destacado la permanencia del mundo del folclore y la tradición a pesar de estar sujeto a continuos cambios. En un acto organizado por la Oficina del Plano de Ayuda al Retorno conjuntamente con Casa Amèrica Catalunya, el ponente ha hecho un repaso a algunas de las principales tradiciones catalanas –sardana, castellers, gastronomía y espectáculos– para ejemplificar como pese a su evolución, todas mantienen los elementos de participación identitaria que explican el auge actual de su recuperación.
 
Según Figueres, las características básicas del mundo de la tradición son la constancia, la participación o implicación de la gente, su componente de espectáculo y su evolución. Para poner un ejemplo, podemos ver estos elementos reflejados en la tradición castellera: mientras por una parte la incorporación del casco de l'anxaneta ha reinventado tal actividad y también se ha modificado la indumentaria; de la otra, el sentido de permanencia del folclore ha reafirmado la actividad castellera como acto de implicación colectiva o cohesión grupal.
 
Los cambios de la sociedad han comportado que de la naturalidad del primer folclore se pasase a la espectacularidad del actual.